Hombres armados de varios grupos terroristas —encabezados por Hayat Tahrir Al-Sham— se unificaron bajo el nombre ‘Ejército de Mohamad’ para atacar a las fuerzas sirias en los altos de Golán.
Estos extremistas takfiríes, con sede en la provincia de Quneitra (en Golán), buscan derrotar a las tropas sirias en la ciudad de Al-Baaz (también en Golán), por lo que invadieron muchos puntos y mataron a una docena de soldados sirios.
No obstante, las fuerzas sirias lograron empujar posteriormente a los llamados rebeldes a sus posiciones originales, lo que resultó en la recuperación de todos los puntos perdidos y la muerte de varios invasores.
Sus movimientos vienen en momentos en que desde hace unos días el ejército del régimen de Israel está atacando desde el aire las posiciones del Ejército de Siria en la misma zona bajo el pretexto de que cayeron cohetes sirios en la parte controlada por el régimen de Tel Aviv.
Muchos están convencidos de que los bombardeos de Israel se llevan a cabo en apoyo de los extremistas para avanzar ante el Ejército, pero el portavoz árabe del ejército israelí, Avichay Adraee, alegó el lunes que Israel no apoya a ningún grupo armado en Siria.
El vocero manifestó, asimismo, que el régimen de Tel Aviv no está implicado en la guerra corriente en Siria y explicó que los ataques aéreos de Israel contra los altos de Golán son una estrategia para evitar que el Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) reciba armas en la región.
Desde el surgimiento del terrorismo en Siria, el régimen de Tel Aviv, denunciado por Siria como uno de los patrocinadores de este flagelo en el Oriente Medio, no ha escatimado esfuerzos para allanar el camino del derrocamiento del presidente Bashar al-Asad.
Con tal fin, ha recurrido a un gran número de estrategias, por ejemplo: realizar ataques aéreos de vez en cuando bajo diferentes pretextos, armar y financiar a los terroristas y atenderlos en sus hospitales.
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