Pese a las amenazas, el mandatario sirio abandonó el domingo Damasco (la capital) y se dirigió a Hama para participar en las oraciones de Eid al-Fitr y festejar el final del mes sagrado de Ramadán, el noveno mes del calendario islámico. Se trata de la primera vez que Al-Asad visita la ciudad de Hama desde que estalló la crisis siria en marzo de 2011.
Después del sermón, el presidente y la primera dama de Siria visitaron algunos pueblos en las alrededores de dicha urbe y se entrevistaron con los heridos y los ciudadanos, quienes acogieron a Bashar al-Asad con entusiasmo.
Cabe mencionar que el año pasado, Al-Asad también desafió las amenazas y asistió a las oraciones de Eid al-Fitr en la ciudad de Homs, sur de Hama.




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