De acuerdo con un comunicado de las fuerzas de guerra israelíes (IDF), los nuevos ataques aéreos tuvieron lugar a última hora de lunes y respondían al disparo de una granada de mortero procedente de Siria, que chocó contra una zona en los altos de Golán, ocupada por el régimen de Tel Aviv.
En su nota, recogida por el diario The Times of Israel, el ejército israelí, ignorando la presencia de grupos armados y extremistas en la zona, indicó que las autoridades sirias son responsables de cualquier ataque que emane desde el territorio sirio.
Por el momento no ha habido reporte alguno sobre posibles bajas o daños causados por el ataque israelí. El ataque aéreo israelí se produjo unas horas después de que entrara en vigor un alto el fuego de una semana, acordado por Rusia y EE.UU. en Siria.
Se trata aparentemente del cuarto ataque aéreo israelí contra las posiciones del Ejército sirio. Los pasados jueves y sábado, los aviones de combate israelíes atacaron también varios puestos del Gobierno de Siria.
A este respecto, las autoridades del Gobierno de Damasco denunciaron el pasado sábado que la escalada de las incursiones israelíes son para “facilitar el movimiento de los terroristas y sus armas y material”, que operan contra las fuerzas del presidente Bashar al-Asad, en el sur del país árabe.
Israel ocupó la mayor parte de los altos de Golán, un territorio sirio, tras la Guerra de los Seis Días en 1967 y los anexionó en 1981, en un hecho rechazado por unanimidad el mismo año en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Desde entonces, este régimen ha edificado decenas de asentamientos ilegales en la zona, además de usar la zona como un punto de lanzamiento de operaciones contra el Ejército sirio.
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