Un renombrado analista de políticas públicas estadounidense, Jeffrey Sachs en una entrevista concedida al canal de YouTube, mantuvo que “el ataque ucraniano contra aviones estacionados en varios aeródromos militares rusos fue respaldado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., así como por el Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido (MI6)”.
“Estados Unidos seguramente lo sabía, porque se trataba de una operación obviamente apoyada por la CIA, el MI6 y otras agencias de inteligencia”, agregó Sachs.
Teniendo en cuenta las palabras del experto, Washington poseía información sobre la ubicación de la flota aérea estratégica rusa y sus bases.
En otro pasaje de sus afirmaciones, el profesor y economista estadounidense, destacó que “muchas cosas seguramente las conocía Estados Unidos. Si no lo sabía, entonces el nivel de incompetencia de nuestra inteligencia es asombrosamente peligroso”.
“Este ataque nos acercó a una guerra nuclear global. Fue un ataque contra una parte de la flota estratégica rusa. Y es extraordinariamente peligroso. Puede parecer un videojuego ver aviones destruidos, pero nos acercamos un paso más a la guerra nuclear”, advirtió Sachs.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el miércoles que habló por teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin, sobre el ataque de Kiev contra los aeródromos rusos.
En la misma línea, el asesor del Gobierno de Rusia, Yuri Ushakov, comentó que “Donald Trump volvió a confirmar que los estadounidenses no habían sido informados sobre ello con antelación”.
Según Axios, Ucrania lanzó un ataque a gran escala contra aeródromos militares rusos el domingo 1 de junio, después de informar a Estados Unidos de la ofensiva.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmo que el ataque ucraniano con drones FPV (pilotaje con visión remota) apuntó a los aeródromos militares en las provincias rusas de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur.
El ataque se produce, a pesar de que Moscu y Kiev celebraron en mayo sus primeras negociaciones directas de paz en Estambul, ciudad de Turquía, para poner fin a un conflicto que ya supera los tres años.
Moscú lleva a cabo una operación militar desde el 24 de febrero de 2022. El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que el objetivo final de la operación es liberar completamente el Donbás y crear las condiciones que garanticen la seguridad de Rusia, incluyendo la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
Las autoridades rusas han asegurado en varias ocasiones que, si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) permite que Ucrania ataque las profundidades del territorio ruso internacionalmente reconocido con armas occidentales de largo alcance, entonces desatará una guerra directa con Rusia.
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