“La reacción del régimen de Kiev hacia la destrucción de la infraestructura civil es un testimonio de su naturaleza terrorista”, ha escrito este sábado la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajarova, en su cuenta de Telegram.
En las primeras horas de este sábado, un incendio se desató en el puente de Kerch, que cuenta con una sección ferroviaria y otra que funciona como autopista.
Las autoridades rusas han anunciado que la explosión de un vehículo de carga ha desatado el incendio de siete tanques de combustible de un tren que se dirigía a la península de Crimea, y como consecuencia ha colapsado una parte del puente, el único que une a Crimea con Rusia.
Mijáil Podolyak, el asesor del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, no ha tardado en reaccionar al incidente, avisando que lo ocurrido es sólo “el comienzo”.
“Crimea, el puente, el comienzo. Todo lo ilegal debe ser destruido, todo lo robado debe ser devuelto a Ucrania, todo lo ocupado por Rusia debe ser expulsado”, ha escrito Podolyak en su cuenta de Twitter.
Desde Crimea culpan a “vándalos ucranianos” por la explosión
Moscú, por orden del presidente Vladímir Putin, ha iniciado una investigación gubernamental sobre el incidente que ha dejado tres muertos. A su vez, el presidente del Parlamento de Crimea, Vladímir Kontantinov, ha responsabilizado de la explosión a “vándalos ucranianos, que finalmente lograron llegar con sus manos ensangrentadas al puente de Crimea”.
Aunque Kiev no se ha adjudicado la responsabilidad del incendio, las autoridades ucranianas en múltiples ocasiones han considerado el puente un objetivo clave.
En agosto, Podolyak tachó el puente de Crimea de un “objeto ilegal” que perjudica “la ecología” de la península, por lo que debía ser desmantelado. “No es importante cómo: voluntariamente o no”, escribió en su cuenta de Twitter.
El puente de 19 kilómetros, el más largo de Rusia y de Europa, que cruza el estrecho de Kerch, fue inaugurado por Putin en 2018, cuatro años después que Crimea decidió separarse de Ucrania y unirse a Rusia a través de un referéndum con más del 96 % de votos a favor.
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