La operación especial rusa en Ucrania cumplió su vigesimotercer día. El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Rusia hablan de la destrucción de más de 54 instalaciones militares de Ucrania en las últimas 24 horas. Éxitos que han sido elogiados por el presidente del país euroasiático, Vladimir Putin, quien dice que los soldados rusos prevalecerán en este conflicto en Ucrania.
En un mitin masivo en un estadio en Moscú, Putin declaró una vez más que el objetivo de la operación rusa en Ucrania es salvar al pueblo del genocidio y desmilitarizar y desnazificar la zona.
Kremlin además acusa al Gobierno de Kiev, de demorar los diálogos, previstos para zanjar el conflicto, planteando nuevas propuestas poco realistas.
Mientras tanto, Estados Unidos, uno de los provocadores de este conflicto junto con sus aliados europeos y la OTAN, en lugar de calmar la situación y hacer propuestas concretas de paz, aboga por amenazas y sanciones. Este mismo viernes, el presidente norteamericano, Joe Biden, advirtió a su homólogo chino, Xi Jinping, de las implicaciones y consecuencias para China si ofrece apoyo material a Rusia.
Todo esto, mientras la Casa Blanca sigue echando más leña al fuego con su suministro de armas a Kiev. Medida que Rusia ha tachada de una declaración de guerra.
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