Los guardacostas rusos capturaron tres navíos militares ucranianos y a 24 marinos a bordo. Están acusados de haber entrado ilegalmente en las aguas territoriales rusas. Este martes, doce marinos fueron puestos bajo detención provisional de dos meses después de comparecer ante un juez.
Los hechos tuvieron lugar en el estrecho de Kerch, que comunica el mar Negro y el mar de Azov y que separa a la Península de Crimea, de Rusia continental. Los dos vecinos están sumergidos en un tira y afloja desde que Rusia se anexó Crimea. Para Ucrania, la guerra está más cerca que nunca.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, había declarado previamente la ley marcial, que entra en vigor este miércoles. Es la primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial que Ucrania ha declarado este “estado de excepción”.
La ley marcial, que permite durante un mes a las autoridades ucranianas movilizar a la población, controlar los medios y limitar las reuniones públicas, se aplica en una decena de regiones fronterizas del país. Moscú asegura que lo que pasó en el mar de Azov fue un acto provocativo de Kiev, que tiene fines políticos.
Según el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvedev, existe también la posibilidad de que otra razón esté detrás del acto provocativo del Gobierno de Poroshenko: cancelar las próximas elecciones presidenciales, convocadas para el 31 de marzo.
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