Valeri Kashin, diseñador general de la Oficina de Diseño de Ingeniería (KBM, por sus siglas en ruso), ha indicado este miércoles que la modernización de los misiles rusos tierra-tierra de clase Iskander-M va viento en popa.
“Los trabajos están a toda marcha, por ahora no puedo decir nada más”, ha indicado Kashin a la agencia local de noticias Sputnik.
Una vez terminada la modernización el próximo año, ha añadido el diseñador general de la KBM, los misiles táctico-operacionales se entregarán al Ejército, dentro de los esfuerzos generales de modernización del mismo.
Kashin observa que esta labor se realiza en el marco de un proyecto del Ministerio de Defensa ruso para modernizar el sistema Iskander, que en sus distintas versiones tiene una vida útil de unos 20 a 30 años.
Los trabajos están a toda marcha, por ahora no puedo decir nada más”, ha indicado Valeri Kashin, diseñador general de la Oficina de Diseño de Ingeniería (KBM, por sus siglas en ruso), a la agencia de noticias rusa Sputnik.
Junto a esa modernización, el ingeniero ha explicado a Sputnik que la KBM está trabajando en un nuevo proyecto para desarrollar un sistema antiaéreo portátil de nueva generación, del que sin embargo no ha querido aportar detalles.
Estas explicaciones se publican mientras se celebra en las afueras de Moscú (capital rusa) la feria internacional de defensa Army 2018, que abrió ayer martes y cerrará el domingo 26 de agosto en la localidad de Kúbinka.
Rusia tiene planeado para finales de este año construir cinco submarinos estratégicos de tipo Borei, caracterizado por su sigilo en la navegación y por portar varios misiles balísticos intercontinentales (conocidos en inglés por las siglas ICBM).
Durante los últimos años, el país euroasiático ha modernizado gran parte de su armamento, incluidos misiles, cazas y tanques para hacer frente a los posibles desafíos a su seguridad, y ha probado muchas de esas nuevas armas en sus operaciones antiterroristas en Siria.
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