El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, llegó al poder con los gitanos en el punto de mira. Propuso censarlos para detectar a los clandestinos y expulsarlos del país. Aún no ha dado ese paso, pero ya se han producido desmantelamientos de asentamientos gitanos. Algunos de los 240 que fueron desalojados recientemente en Roma (capital) se han manifestado frente al Parlamento.
Los manifestantes denunciaron que en los últimos tiempos la política de Salvini está alimentado un clima de odio que ya empieza a respirarse en la sociedad italiana.
Los participantes en el evento pidieron que Europa reaccione ante los últimos episodios de discriminación y racismo. Las protestas en apoyo a la comunidad gitana se han sucedido frente a las embajadas italianas de otros países como Bulgaria, Eslovaquia o Serbia.
Rubén Martínez, Roma.
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