“Tras la agresión del enemigo sionista, los valientes y entregados hijos de las Fuerzas Armadas (…) respondieron contundentemente a cada maldad del enemigo, siendo el último ataque la base estadounidense Al-Udeid y luego todo el territorio ocupado fue objetivo de ataques con misiles”, ha destacado la Secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán por medio de un comunicado emitido sobre la imposición del cese de la guerra al enemigo sionista y sus cómplices.
La nota recalca que la resistencia, la solidaridad y la unidad inigualable del pueblo iraní “rompieron la estrategia principal del enemigo”.
La defensa de las fuerzas iraníes y su impresionante poder, que se había logrado durante años de lucha creativa, innovadora y constante, se aplicaron a lo largo de 12 días de lucha sangrienta contra el enemigo, pues Irán logró responder a cada agresión a tiempo y en proporción.
Por todo, “el enemigo fue obligado a arrepentirse y aceptar la derrota y la suspensión unilateral de su ofensiva”, señala el texto.
A modo de colofón, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán ha asegurado que las Fuerzas Armadas de la República Islámica, “sin la menor confianza en las palabras de los enemigos y con el dedo en el gatillo, están listas para dar una respuesta decisiva ante cualquier acción agresiva y hacer arrepentirse al enemigo”.
A pesar de contar con el respaldo militar de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Israel no logró contrarrestar la operación sin precedentes de Irán, denominada Verdadera Promesa III, la cual puso en serios aprietos al régimen sionista y derribó el mito de la invencibilidad del ejército israelí.
Las Fuerzas Armadas de Irán combatieron hasta el último minuto antes de la entrada en vigor del armisticio, lanzando una andanada de misiles que alcanzó numerosos objetivos israelíes en Tel Aviv, Beersheba e incluso en el norte de los territorios ocupados, asestando duros golpes al régimen ocupante.
Si bien los ataques estadounidenses e israelíes causaron daños en instalaciones nucleares y algunos centros militares iraníes, tanto el programa nuclear como la capacidad misilística del país forman parte de tecnologías nacionales, y serán reconstruidas y desarrolladas nuevamente.
Las autoridades iraníes han reiterado que no se puede confiar en Estados Unidos, y han advertido que las Fuerzas Armadas del país están plenamente preparadas para cualquier escenario y responderán de forma inmediata ante cualquier agresión, por mínima que sea, por parte del enemigo.
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