Así lo informó el sábado el Club de Prisioneros Palestinos (PPC, por sus siglas en inglés) mediante un comunicado, donde indicó que los 73 prisioneros se encuentran entre el total de 231 palestinos que han muerto desde 1967 en las cárceles israelíes.
La nota reza que la última víctima fue la mujer palestina Saadiya Farajallah, quien perdió la vida bajo custodia israelí prisión de Damon a principios del julio pasado; ella se encontraba entre los presos de mayor edad en dicha cárcel israelí y padecía enfermedades crónicas como presión arterial alta y diabetes.
Según denuncia la nota, el régimen de ocupación de Tel Aviv sigue reteniendo los cuerpos de nueve prisioneros que han muerto por enfermedad o fueron asesinados durante su detención.
Los presos enfermos han sido testigos del empeoramiento de las condiciones en los últimos años a medida que ha aumentado la negligencia médica, junto con la tortura, que ha sido la principal causa de muerte para la mayoría de los palestinos recluidos en las cárceles israelíes, se lee en el texto del Club de Prisioneros Palestinos.
Actualmente, agrega la oenegé, alrededor de 600 presos enfermos en prisiones israelíes se enfrentan a condiciones de salud difíciles, incluidos unos 200 que padecen enfermedades crónicas y 23 con tumores y cánceres de diversos grados.
De la misma manera, el PCC alertó que el preso más gravemente afectado es Naser Abu Hamid, quien tiene cáncer de pulmón y actualmente cumple cadena perpetua, y enfrenta el riesgo de muerte “en cualquier momento” a pesar de los informes médicos que piden su liberación.
En efecto, tal y como lamenta el PPC, el régimen israelí retrasa deliberadamente el traslado de presos enfermos a hospitales y realizarles exámenes médicos; se registraron seis casos de cáncer entre los presos durante el período comprendido entre agosto de 2021 y junio pasado, añadió.
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