La ministra de Salud palestina, Mai al-Keila mediante una serie de cartas enviadas al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), responsabilizó a Israel de todo lo que ocurriría a Anhar al-Deek, la mujer embarazada palestina, que se encuentra en una cárcel israelí, y su feto, según reportó el miércoles la agencia oficial de noticias palestina WAFA.
Al-Keila pidió la liberación de la mujer palestina, quien se encuentra en su noveno mes de embarazo.
La titular palestina destacó que las cárceles israelíes carecen de las condiciones mínimas de salud y prevención, especialmente tras el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
“Anhar es madre de un bebé de 18 meses. Necesita estar al lado de su familia y sus hijos, y este es un derecho humano garantizado por diversas regulaciones, leyes y normas internacionales”, afirmó Al-Keila.
La familia de Anhar al-Deek pidió el 25 de agosto la intervención internacional para presionar a las autoridades israelíes para que le permitieran dar a luz a su bebé fuera de la prisión.
Anhar, de 25 años, fue detenida por Israel cuando tenía cuatro meses de embarazo. La mujer envió una carta a su familia pidiendo a los defensores de los derechos humanos que tomaran medidas contra su encarcelamiento.
“Estoy exhausta y tenía fuertes dolores en la pelvis y fuertes dolores en las piernas debido a dormir en las camas de la prisión”, se lee en la carta de Anhar.
A pesar de la ola de las críticas internacionales contra lesa humanidad cometida por Israel y este último episodio de encarcelar a una mujer embarazada, hasta el momento los funcionarios israelíes se han mantenido en silencio.
Miles de palestinos se encuentran detenidos en cárceles israelíes. Los críticos dicen que Israel utiliza la política de “detención administrativa” para silenciar las voces de los palestinos, lo cual se califica de otro nivel de injusticia y violación de los derechos humanos.
Los grupos de derechos humanos describen, a su vez, el uso de la detención administrativa por parte de Israel como una táctica en quiebra y desde hace mucho tiempo han pedido a Israel que ponga fin a su uso.
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