Yusuf Jadallah, hijo de Raed, nunca pensaba que tenía que dar el último adiós a su padre a esta edad. En la noche que aconteció el crimen, esperaba a su padre que regresaba del trabajo en Ramalá, en la Cisjordania ocupada. Se estaba haciendo tarde y él empezó a preocuparse.
Para los palestinos que asistieron al funeral de Raed que abrazó la muerte a los 39 años de edad, se trata de un asesinato a sangre fría. Los residentes aseguran que no había protestas ni enfrentamientos en la zona en el momento del disparo.
El ejército israelí alega que le habían visto encender un fuego en una carretera cerca de un puesto de control. Sin embargo, no se encontró evidencia de tal incendio.
Según un informe reciente de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los territorios palestinos, desde principios de este año, el régimen de Tel Aviv ha matado a 55 palestinos en la Cisjordania ocupada.
El premier israelí Naftali Bennet, estuvo hace días en Washington para reunirse con el presidente, Joe Biden. Durante el encuentro, el mandatario estadounidense no hizo la menor mención a la violación de los derechos de los palestinos. Siesta, sí hubo, pero, de los derechos palestinos, ni una sola palabra.
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