El mandatario sursudanés ha reclamado un cambio de enfoque en la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS, por sus siglas en inglés) ya que recientemente el jefe de los Cascos Azules puso a la protección civil en la más alta prioridad de la UNMISS y suspendió la misión original que fue la de prestar apoyo al Gobierno de Yuba para erigir este nuevo Estado.
Reaccionando al respecto, el jefe de las Fuerzas de Paz de las Naciones Unidas, Harve Ladsous, ha apostillado que "ahora no es tiempo de pensar sobre el original mandato de prestar ayuda al Estado" ya que hay varias acusaciones de violación de derechos humanos cometidos por el gobierno actual.
"Ha estado abundantemente claro desde el comienzo de esta crisis que nosotros no podemos continuar con el mandato original. Tenemos que concentrarnos para aliviar la principal consecuencia de este drama" y "tenemos que monitorear los abusos a los derechos humanos y reaccionar ya que han habido masivos casos de abusos a los DDHH por el parte de todos los involucrados, incluido el actual gobierno", ha acotado el funcionario de la UNMISS.
La crisis política en Sudán del Sur comenzó el pasado 15 de diciembre, cuando Kiir acusó al líder rebelde, Riek Machar, de intentar un golpe de Estado en su contra, una crisis que se tornó luego en una guerra étnica.
Hasta ahora, los enfrentamientos han dejado miles de muertos y han forzado a 1,5 millones de personas a huir de sus hogares en la nación más joven del mundo, formada en julio de 2011, tras un referéndum de separación de la parte norte de Sudán.
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