"(En la llamada) trabajaron más en un paquete de medidas en el contexto de sus esfuerzos sobre un acuerdo amplio sobre el conflicto en el este de Ucrania", ha señalado este domingo un portavoz del Gobierno alemán en un comunicado.
El comunicado se ha publicado unas horas después de que los dirigentes de Berlín, París, Kiev y Moscú sostuvieran conversaciones telefónicas en las que han hablado sobre las posibles vías para poner coto a la violencia reinante en la parte oriental de Ucrania.
Conforme al texto publicado por la Cancillería alemana, en la próxima cumbre, estarán presentes los representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Rusia, Ucrania y los prorrusos, quienes sellaron en septiembre del 2014 los acuerdos de paz.
En esta misma línea, el mandatario ruso ha asegurado que la próxima reunión de cuatro bandas se celebrará siempre y cuando los mandatarios de Ucrania, Alemania y Francia “coincidan las posturas para entonces”.
"He mantenido contactos con mis homólogos de Kiev, Berlín y París según el conocido como formato de Normandía. Hemos acordado intentar organizar una reunión con el mismo formato, entre los jefes de Estado y Gobierno en Minsk.
Intentaremos que sea el miércoles, si se acuerdan ciertas cuestiones para entonces", ha recalcado la jornada de hoy Putin durante su encuentro en la ciudad capitalina de Moscú con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Para poner freno al conflicto existente en Ucrania, el presidente de Rusia, la canciller alemana y el mandatario francés, mantuvieron una conversación trilateral en Moscú que concluyó el pasado viernes sin definición alguna.
El protocolo de Minsk convenía un alto el fuego, el intercambio de los prisioneros entre el Gobierno de Ucrania y los independentistas del este rusohablante del país y un estatus especial para la región, entre otras medidas.
El 19 de septiembre, además, las partes acordaron crear una zona de seguridad de 30 kilómetros, retirar el armamento pesado de la zona y permitir el despliegue de una misión de observación de la OSCE.
Sin embargo, desde entonces, el alto el fuego no se ha consolidado y en las primeras semanas del nuevo año los combates se han recrudecido, acusándose Kiev y los prorrusos de ser responsables de ello.
La Organización de la Naciones Unidas (ONU), el pasado 28 de enero cifró en 5360 las muertes causadas por las operaciones militares del Ejército ucraniano contra los prorrusos en el este de Ucrania, que se oponen al derrocamiento en febrero de 2014 del hasta entonces presidente, Víktor Yanukóvich, y su sustitución por dirigentes prooccidentales.
mno/ktg/rba