“El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak condena el ataque aéreo de Turquía contra las áreas pobladas por civiles”, ha anunciado hoy viernes el portavoz de esta Cartera, Ahmed Mahyub, en un comunicado.
El miércoles, la aviación militar turca lanzó un ataque aéreo contra la ciudad en Sinyar, en el norte de Irak, en el que murió el líder local del grupo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), Ismail Ozden.
La Cancillería iraquí, además ha negado “categóricamente” cualquier coordinación entre Bagdad y Ankara en el ataque, rechazando informes que indicaban que la incursión turca se efectuó con el consentimiento del Gobierno iraquí.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak condena el ataque aéreo de Turquía contra las áreas pobladas por civiles”, ha anunciado el portavoz de esta Cartera, Ahmed Mahyub, en un comunicado.
Según recoge el portal kurdo Rudaw, en la nota también se renueva el llamado de Bagdad a la retirada de las fuerzas turcas de la localidad septentrional iraquí de Bashiqa, al tiempo que considera la presencia de las fuerzas turcas como una violación de la “soberanía” del país y del “derecho internacional”.
Las relaciones entre Irak y su vecino norteño “deberían basarse en una visión unificada para eliminar el terrorismo en todas sus formas y preservar la vida de los civiles”.
El bombardeo del miércoles es el más reciente de los que Turquía ha llevado a cabo en el territorio iraquí desde hace varios años, en un esfuerzo por debilitar al PKK, que Turquía cataloga como una organización terrorista.
El portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, declaró el jueves, después de una reunión del Gabinete, que las operaciones “similares a Sinyar continuarán intensamente en el futuro”.
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