315 días ha costado que España volviera a tener presidente. Desde el 21 de diciembre de 2015 hasta el 29 de octubre de este año, España ha sido un país en funciones y eso ha marcado la agenda.
Con 170 diputados Mariano Rajoy volvió a estar otra vez en la Moncloa, y el Congreso inauguró una atomización. Se acabaron las mayorías absolutas en el Hemiciclo.
Este cisma ha llevado a una revisión profunda en las formaciones: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se ha desangrado tras el golpe en la mesa que dio la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Un golpe que llevó a dimitir a Pedro Sánchez y a que una gestora siga hoy dirigiendo la formación.
Podemos tiene su propio infierno. En la formación morada sus dos líderes, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, están enfrentados y de las fricciones cada vez salen más chispas.
Y en la economía, aunque la sangría laboral se frenó, cada vez son más los trabajadores precarios que no llegan a final de mes.
Pero 2016 también será recordado en los tribunales ya que arrancaron los juicios del caso Gürtel y las tarjetas 'black'. Los dos casos de corrupción más importantes de los últimos años en los que el Partido Popular (PP) ha sido protagonista.
2016 sin duda ha sido un año en funciones. Han sido necesarias dos elecciones y un tercer intento de investidura para conseguir desbloquear la situación política en España.
Rafael González Pérez, Madrid.
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