Este domingo, el ministro de Exteriores del Gobierno británico, Dominic Raab, ha asegurado en la conferencia anual de su partido en Mánchester, que el país saldrá definitivamente de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre.
Esto viene junto con la visión de “actuar o morir”, con la que el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, quiere unificar el país y su partido.
Sin embargo, el problema es que el Parlamento ha obstaculizado una salida sin acuerdo con el bloque comunitario, y el premier dice que no renunciará, para no verse obligado a pedir una prórroga de la UE, si no logra ratificar el acuerdo de salida en Westminster.
Aunque Johnson dice que tiene una solución, sin especificarla, para la salida sin acuerdo, y alega que todo va bien, fuera de la conferencia miles de personas han gritado contra las políticas de austeridad y la postura de los conservadores sobre el Brexit.
Ante el estancamiento que sufre Johnson, el partido del Brexit de Nigel Farage ha asegurado que podrá ayudarle en las próximas elecciones para obtener la mayoría parlamentaria para un Brexit sin acuerdo, mediante la absorción del 30 % de los votos de los laboristas que decidieron salir del bloque. La condición es que Johnson acepte unir fuerzas.
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