Publicada: jueves, 31 de diciembre de 2015 10:20
Actualizada: viernes, 1 de enero de 2016 8:30

El Líbano despedirá el 2015 sin presidente. Así también lo inició. El primer cargo del Estado sigue vacío desde mayo de 2014, cuando expiró el mandato del entonces mandatario, Michel Suleiman.

Desde entonces, unas 30 sesiones parlamentarias para elegir a uno de los candidatos presidenciales, han fracasado. Cada vez, la falta de quórum necesario hizo fracasar las citas.

El vacío presidencial agravó los problemas internos del país. A finales de agosto, arrancaron una serie de masivas protestas en la capital, Beirut. El motivo; la acumulación de basura en las calles durante meses. Pero la crisis de basura, se convirtió en protestas políticas. Y los manifestantes, aún exigían mucho más. Y sus demandas, en vez de ser escuchadas, fueron reprimidas.

Varias rondas de diálogos nacionales, con la participación de diferentes partidos políticos, no pudieron sacar al país de la crisis política.

La inseguridad ha sido otro resultado del vacío de poder en El Líbano. La violencia en la vecina, Siria, que lo afectaba desde hace casi dos años, se extendió aún más. El Líbano vivió varios atentados terroristas en 2015.

El 12 de noviembre, fue cuando Beirut se vistió de luto, por un doble atentado suicida. Dejó 43 muertos que cayeron a manos de terroristas del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe). Este ataque fue uno de los más mortíferos de los últimos años.

Ahora, a las puertas del 2016, a El Líbano ya no le queda tiempo para arreglar sus graves problemas este año. Así que comienza el nuevo con una perspectiva bastante incierta.

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