“Texas está asegurando la frontera [entre EE.UU. y México], porque la Administración de Joe Biden simplemente abdicó”, espetó el viernes Greg Abbott, gobernador de Texas, en una entrevista, mientras aseguró que su estado está preparado para un eventual conflicto con las autoridades federales.
Según Abbott, si Biden llega a federalizar la Guardia Nacional de Texas, provocará “un desastre total”. En EE.UU. el gobierno federal tiene el derecho constitucional de asumir el control directo de la Guardia Nacional del estado, y lo ha hecho en numerosas ocasiones.
Para reforzar su postura, el gobernador en cuestión dijo que había firmado una ley en su estado, que entrará en vigor el 5 de marzo, con el propósito de dar la potestad a cualquier agente del orden en Texas a arrestar a toda persona que cruce la frontera de manera irregular.
“Continuaremos haciendo exactamente lo que estamos haciendo para ampliar nuestra negación de entrada ilegal al estado de Texas”, advirtió.
Abbott ha estado aglutinando apoyo de estados de mayoría republicana para reforzar su proyecto contra los migrantes sin papeles. “Todo lo que podemos hacer es estar lo más preparados posible, desplegar la mayor cantidad de personas posible, hacer todo lo posible para levantar más barreras fronterizas”, remachó.
El miércoles, el gobernador de Texas defendió el derecho de su estado de proteger las fronteras de la invasión de migrantes irregulares, con ayuda de la Guardia Nacional de Texas, obteniendo el apoyo de 25 gobernadores. Es más, es reticente a que se ofrezca cualquier tipo de asistencia a los “sin papeles” e intenta ampliar el alambre de púas en la línea de frontera.
Las voces disidentes no se han hecho esperar, el representante demócrata Joaquín Castro. “Greg Abbott y los republicanos en Texas se han vuelto sedientos de sangre. Ya sea en Eagle Pass o en el Valle del Río Grande, estas comunidades fronterizas han sido militarizadas de una manera nunca vista en la historia de esas regiones...”, denunció.
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