Así es como Donald Trump se atribuye una supuesta victoria en las elecciones generales estadounidenses. Y lo peor de todo: lo hace antes de que se complete el conteo de votos que a todas luces favorece más bien a su oponente demócrata, Joe Biden.
Trump, como durante casi toda su vida, primero acusa de fraude a sus oponentes y al sistema que él mismo preside, para luego continuar contradiciéndose -e increíblente- relatar las “virtudes” del sistema que acaba de criticar, amenazando con utilizar la Corte Suprema para disputar los resultados.
Mientras tanto, Joe Biden a través del sitio de internet de su campaña y medios de comunicación agradeció a los votantes desde un rally distanciado en Delaware.
Una de las peores cosas en la vida para Donald Trump es ser lo que él considera como “perdedor”. En repetidas ocasiones utilizó este calificativo contra sus detractores. Pero hoy, sus detractores son la mayoría. Es decir, el pueblo que quiere despedirle por incompetente.
Muchos no pueden esperar el minuto en que el magnate de casinos y su familia abandonen la Casa Blanca -y la vida de todos- de una vez y por todas.
Pero esto no significa que un demócrata en la Casa Blanca pueda garantizar un cambio 100 por ciento favorable para el pueblo.
Marcelo Sánchez, Miami.
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