EE.UU. forzó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que abordara el asunto de las recientes protestas que ha habido en Irán, lo que provocó el rechazo de varios de sus miembros que observaron una clara maniobra de instrumentalización del Consejo en favor de los intereses políticos de Washington.
Estados Unidos intentó aprovechar las protestas de manera descarada para menoscabar a la República Islámica y forzó la convocatoria de este debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar del rechazo de muchos de sus miembros.
Los aliados más cercanos de Estados Unidos como el Reino Unido o Polonia continuaron más o menos con el guión de Washington, pero otros subrayaron su desacuerdo con la convocatoria de esta reunión e incluso evidenciaron las maniobras poco sutiles de Washington.
José Manuel Rodríguez, Naciones Unidas
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