“Continuaremos reforzando nuestro Ejército con fines de autodefensa y de disuasión”, ha enfatizado este sábado Kim Jong-un en su discurso con ocasión del 75.º aniversario de la fundación del gobernante Partido de los Trabajadores.
De hecho, el Ejército norcoreano ha hecho otra demostración de poder con su gigantesco desfile militar en la plaza de Kim Il Sung de Pyongyang, la capital.
En las imágenes retransmitidas por la cadena pública KCTV se ve cómo miles de soldados desfilan con sus equipos militares avanzados y plataformas móviles de misiles balísticos.
También han desfilado varios nuevos misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) de gran tamaño. Cada misil era transportado por vehículos de 11 ejes de largo y, según Akit Panda, de la Federación de Científicos estadounidenses, que vio el desfile por televisión, se trata del “mayor misil móvil de combustible líquido visto hasta ahora”.
Según han confirmado los jefes de Estado Mayor de Corea del Sur, las agencias de inteligencia de su país y de EE.UU. “siguieron de cerca el acto”.
Debido a la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, ni los medios ni observadores extranjeros consiguieron permiso para asistir al desfile en Corea del Norte, país que cerró sus fronteras hace ocho meses para impedir la propagación del virus mortal.
Al respecto, Kim, en su discurso, se felicitó de que “ni una sola persona” ha contraído la COVID-19 en su país, y deseó que otros países del mundo logren frenar la crisis sanitaria, en especial los “queridos compatriotas del Sur”.
Mencionar que ni los soldados ni las autoridades ni el público que asistieron al desfile llevaban mascarilla de protección durante la celebración del evento.
Kim Jong-un, en el marco del 67.º aniversario del armisticio de la Guerra de Corea (1950-1953), reiteró que Pyongyang defiende el desarrollo de su arsenal nuclear como una forma de garantizar la seguridad del país.
Corea del Norte ha precisado una y otra vez que la naturaleza de su programa nuclear y de misiles no es “bélica”, sino “defensiva”, una forma de responder a las provocaciones militares de Corea del Sur y Estados Unidos.
El líder norcoreano y el presidente estadounidense, Donald Trump, no consiguieron concretar un acuerdo en su encuentro en Vietnam en febrero de 2019 debido a la postura inflexible de Washington en las negociaciones, como evidencia su rechazo a la petición de Pyongyang de levantar parte de las sanciones contra el país asiático.
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