Y se opone firmemente al acuerdo sobre los submarinos de propulsión nuclear entre los tres países. Estados Unidos, Reino Unido y Australia, revelaron detalles de su plan para crear una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear. Según el acuerdo, Washington tiene la intención de vender a Canberra hasta cinco submarinos nucleares de la clase Virginia durante la década de 2030.
En este sentido, el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, instó a los tres países a cumplir seriamente sus obligaciones de no proliferación y a abstenerse de socavar la autoridad y eficacia del sistema de salvaguardias de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
A pesar de que los tres países afirmaron que cumplirán los compromisos de no proliferación nuclear, esto, según Pekín, no es más que una retórica rimbombante para engañar al mundo. Para China la alianza amenaza con dañar la paz regional e intensificar la carrera armamentística en la región.
Como la cooperación de AUKUS sobre submarinos nucleares constituye la primera vez en la historia, en la que países poseedores de armas nucleares transfieren reactores navales de propulsión nuclear y grandes cantidades de uranio altamente enriquecido con grado para producir armas a un país no poseedor de armas nucleares, China indica que no existe nada en el actual sistema de salvaguardias de la Agencia Internacional de Energía Atómica que pueda asegurar unas salvaguardias efectivas.
China asegura que si estos países insisten en salirse con la suya, podrían finalmente causar el colapso del régimen internacional de no proliferación nuclear.
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