Días después del primer viaje a Europa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su secretario de Estado, Antony Blinken, realizó una gira para continuar intentando construir una unidad occidental contra una China en ascenso.
Blinken defendió que Washington busca apoyar un sistema libre y abierto basado en las normas y estándares. China, no obstante, aseguró que lo único que apoya Washington es un sistema que le permita dominar el mundo.
El portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, también catalogó a Estados Unidos del “mayor destructor del orden internacional”, al recordar los convenios que rompió y las organizaciones internacionales de las que salió.
El diplomático transmitió la insatisfacción de Pekín con la formulación de normas internacionales por parte de Estados Unidos e hizo énfasis en que el único sistema adecuado en el mundo es el que tenga a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su núcleo, y que las únicas normas son las basadas en la Carta Magna de las Naciones Unidas.
Las relaciones entre China y Estados Unidos se afectaron negativamente hasta un nivel no visto en décadas, durante el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump. Distintos expertos advierten que la situación tensa entre ambos países tampoco cambiará con Biden, quien encabeza una “estrategia más completa y profunda” para competir con Pekín.
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