“Estamos viendo ganar espacio a una derecha rabiosa. Personas que no conocen la palabra respeto y democracia. Hoy todo el mundo está siendo amenazado y no es solo en Brasil. En Italia, Hungría y otros países”, advirtió el lunes Lula da Silva durante un encuentro con representantes católicos en Sao Paulo (sureste).
En este sentido, aseguró que la situación política del país sudamericano es “peor” que la vivida antes del golpe militar de 1964.
El golpe de Estado que derrocó al Gobierno del presidente João Goulart fue perpetrado por 3452 militares brasileños, junto con el apoyo de Estados Unidos, acaecido el 31 de marzo de 1964, que originó una dictadura militar de unos 20 años, hasta 1985.
Asimismo, en relación con su rival en la segunda vuelta de elecciones presidenciales, es decir, el actual presidente del país, Jair Bolsonaro, ratificó que “es la extrema derecha con cabeza fascista” y enfatizó que “la familia del presidente representa esa derecha internacional”.
Además, el también líder del Partido de los Trabajadores (PT) enfatizó en la necesidad de “concienciar” a la población brasileña de los daños que han sido provocados por las políticas del bolsonarismo, parecidas a las acciones de la extrema derecha en otros países.
El próximo 30 de octubre, más de 156 millones de brasileños están convocados a las urnas en la segunda vuelta de los comicios para elegir al próximo presidente de Brasil.
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Lula sigue siendo el candidato favorito para ganar el balotaje y según la última encuesta de la consultora Ipec (empresa de opinión pública perteneciente a la cadena de medios Globo) difundido el mismo lunes, obtendría un 50 % de los votos frente al 43 % de Bolsonaro.
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