Lula da Silva fue vacunado contra la COVID-19 pocos días después de arremeter contra el mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro por su gestión en el tratamiento de la enfermedad, que ha dejado más de 275 000 muertos en el país.
Lula recibió la vacuna china, distribuida por el instituto Butantan, en medio de la campaña de partidarios de Bolsonaro contra su eficacia.
Las críticas del líder del Partido de los Trabajadores (PT) al ultraderechista han sido recurrentes por minimizar la gravedad de la pandemia. Dijo que el presidente debe dejar sus decisiones imbéciles y garantizar las vacunas necesarias para todos los brasileños.
Bolsonaro se oponía a las vacunas desde el principio. Luego, apostó por la vacuna AstraZeneca, Oxford, pero finalmente tuvo que ceder a la presión y compró la Coronavac para distribuirla en la campaña nacional de vacunación. Lula calificó estas decisiones de estupideces mientras los brasileños perdían su vida.
El expresidente brasileño espera la decisión del Tribunal Supremo luego de que un juez anulara los juicios y condenas incoados en su contra. El posible retorno de Lula podría generar un enfrentamiento histórico entre el líder izquierdista, que gobernó Brasil desde 2003 hasta 2011, y Bolsonaro en las elecciones del próximo año.
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