El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, advirtió en Sao Paolo sobre las medidas que pueda adoptar el nuevo presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que hizo campaña electoral cuestionando y contradiciendo principios básicos en materia de derechos humanos.
Bolsonaro, con gran riesgo para la seguridad pública, aúpa abiertamente el uso de fuerza letal por policías y miembros de las Fuerzas Armadas en un país ya devastado por una alta tasa de homicidios. Para los defensores de derechos humanos esto es una preocupación.
Vivanco describió a Bolsonaro como un autócrata, populista pero de derecha, a quien le importan los derechos humanos sólo en Venezuela, Cuba o Nicaragua, con una visión selectiva de los derechos humanos.
Esta semana, Bolsonaro firmó un decreto que flexibiliza la posesión de armas de fuego en el país.
De esta manera cumplió una de sus principales promesas de campaña electoral. Brasil es uno de los países más violentos del mundo con una tasa media de 30 homicidios por cada 100 000 habitantes. Los opositores creen que la iniciativa de Bolsonaro aumentará los ya disparados índices de violencia.
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