“Recuperamos una conciencia de la democracia, sin violencia (…) Ahora, tenemos la responsabilidad de seguir con el proceso de cambio”, ha subrayado este lunes el depuesto mandatario boliviano (2006-2019).
En declaraciones ofrecidas durante una rueda de prensa en Buenos Aires (capital argentina) —donde se encuentra refugiado, tras el golpe de Estado de noviembre de 2019— Morales ha celebrado, de este modo, la victoria de Luis Arce en la primera vuelta de elecciones, con el 52,4 por ciento de los votos.
Al respecto, el líder indígena ha reafirmado su apoyo al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), partido al que pertenece Morales. “Acompañamos a nuestro presidente ‘Lucho’ Arce”, ha señalado.
Tras destacar que la “amplia” victoria en las elecciones generales del domingo fue posible porque “el MAS es el único movimiento con visión de país, con un programa”, Morales ha recalcado que “tarde o temprano” volverá a Bolivia.
“Es cuestión de tiempo. Mi gran deseo es volver a Bolivia”, ha agregado, antes de condenar la persecución política del gobierno de facto de Jeanine Áñez en su contra, la que ha tachado de una “guerra sucia”.
Por otro lado, Morales ha hecho alusión a la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia de suspender el sistema de conteo rápido de Difusión de Resultados Preliminares (Direpre). “Ayer suspendieron el conteo rápido faltando horas a las elecciones”, ha lamentado.
Conforme al exmandatario, la demora fue una provocación “para que el pueblo se movilice y de esta manera crear conmoción”, pues ya “sabían que íbamos a ganar con más del 50 por ciento”.
Respecto a los problemas económico y sanitario, Morales ha prometido que, bajo la gestión de Arce, Bolivia otra vez va a encabezar el crecimiento económico en la región de Latinoamérica. “Vamos a sacar adelante a nuestra querida Bolivia, vamos a enfrentar la crisis”, ha insistido.
Los comicios del domingo se produjeron 363 días después del golpe de Estado en Bolivia, orquestado por la oposición y apoyado por EE.UU., suceso tras el cual Morales renunció a la Presidencia del país. Más de 7,3 millones de personas estaban convocados para elegir al nuevo presidente, al vicepresidente, los diputados y senadores para un período de cinco años.
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