Hace 20 años, la Plaza de Mayo de Buenos Aires vivió uno de los episodios de represión más violentos de la historia reciente de Argentina. Miles de personas que se habían congregado contra la peor crisis política, económica y social que atravesó el país, fueron brutalmente dispersadas. 39 personas perdieron la vida y más de 200 quedaron heridas. Este lunes, miles de manifestantes volvieron a la plaza para conmemorar los hechos.
El estallido del 2001 forzó la dimisión del entonces presidente Fernando de la Rúa, que había aplicado ajustes fiscales para evitar la suspensión de pagos y también congeló ahorros bancarios. Para los asistentes a las marchas de este lunes, el legado del estallido fue y es una lucha incansable contra el neoliberalismo.
Entre las consignas de las marchas de este lunes, figuraba el rechazo a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina tiene una deuda de 42 mil 845 millones de dólares
Por su parte, el Gobierno de Alberto Fernández dijo que enviará al Congreso un proyecto de ley para indemnizar a las personas que fallecieron o sufrieron lesiones graves durante la represión del 2001.
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