Este jueves, se cerró la campaña electoral para las legislativas en Argentina. La crisis económica, que azotó el país durante la presidencia de Mauricio Macri, se ha convertido en una herramienta contra el Gobierno peronista de Alberto Fernández.
El Gobierno de Alberto Fernández tiene el enorme desafío de revertir la derrota que sus candidatos sufrieron en las primarias de septiembre.
Aunque la crisis económica da alas a los candidatos de la oposición, Fernández confía en pronta recuperación de economía del país con las políticas que adopta su Gobierno.
La crisis económica en este país sudamericano comenzó en 2018, durante la presidencia de Muricio Macri, del Juntos por el Cambio, y se profundizó por la pandemia de la COVID-19.
Sin embargo, el macrismo está dispuesto a recuperar los votos perdidos en 2019, y recuperar así la iniciativa política de cara a las presidenciales de 2023.
Los macristas intentan convencer a los ciudadanos que su retorno al poder cambiará las cosas a su favor, mientras miles de argentinos siguen protestando contra el acuerdo entre el Gobierno de Macri y el Fondo Monetario Internacional, que hundió al país en una deuda enorme.
El Frente de Izquierda Unida, por otra parte, asegura que nada mejorará con los macristas ni con los peronistas.
En juego están 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado. Un baile de sillas que podría dejar al oficialismo en igualdad con el opositor bloque de Juntos por el Cambio o incluso en minoría, si se mantiene la tendencia de las primarias.
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