Según ha informado la cadena de televisión yemení Al Masirah, los cazas saudíes han bombardeado 30 veces la base aérea Al-Dailami, situada en el norte de Saná, y las inmediaciones de la capital yemení en menos de una hora.
Los aviones de combate del régimen de los Al Saud han lanzado además 10 ataques aéreos contra la localidad de Hamdan, cerca de Saná, ha agregado la fuente.
Por su parte, el portavoz del Ejército saudí, el coronel Turki al-Maliki, ha informado de que la agresión se ha saldado con la destrucción de varias lanzaderas de misiles balísticos y otras instalaciones utilizadas para el uso de aparatos no tripulados.
Este nuevo ataque de Riad contra el país más pobre del mundo árabe ha tenido lugar dos días después de que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertara de la “situación catastrófica” en Yemen tras casi tres años de la agresión de Arabia Saudí y sus aliados.
La guerra que lanzó ilegalmente el régimen de Arabia Saudí en marzo de 2015, con luz verde de EE.UU., contra Yemen ha causado que unos 15 millones de yemeníes no tengan acceso a agua potable y ha privado a unos 2 millones de niños yemeníes de ir a la escuela, según datos proporcionados por la Cruz Roja.
Ante el aumento de presiones internaciones contra Riad por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, EE.UU., que ha desempeñado un papel devastador en la agresión saudí a Yemen, pidió el miércoles el fin de la guerra en el país más pobre del mundo árabe.
Entre tanto, varios analistas advierten de que el llamado de paz de Washington para Yemen es una trampa, ya que, conforme señalan, EE.UU. es incapaz de mantener varios conflictos a la vez y por eso llama ahora a poner fin a la agresión en Yemen para ganar tiempo y recuperarse.
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