Las autoridades han confiscado siete vehículos, tres de ellos con explosivos, además de material para fabricar bombas, explica un comunicado de la mencionada Cartera, publicado por la agencia de prensa Saudi Press Agency.
Esta confiscación se ha producido gracias a la investigación en marcha sobre el asesinato de dos policías cuando patrullaban, acaecido el pasado 8 de abril en la ciudad capitalina por disparos de unos hombres desconocidos.
Un sospechoso saudí, identificado como Yazid bin Mohamad Abdulrahman Abu Nian de 23 años, fue detenido por su posible participación en estos asesinatos, quien confesó haber recibido órdenes del EIIL en Siria.
Según la nota del Ministerio saudí del Interior, el detenido recibió entrenamientos para utilizar diferentes tipos de armas, fabricar y colocar bombas, además de explosionarlas, así como llevar a cabo las operaciones terroristas.
Las autoridades saudíes aseguran que existe un segundo sospechoso en la muerte de dos agentes policiales, lo identifican como Nawaf bin Sharif Samir al-Anzi (también saudí), y han ofrecido una recompensa de 267 mil dólares por él.
Desde el inicio de la crisis en Siria, Damasco acusa a algunos países como EE.UU., Arabia Saudí y Turquía, de apoyar a los grupos armados que actúan contra el Gobierno sirio, como el EIIL.
El Gobierno de Siria ha advertido en reiteradas ocasiones que los que secundan a los terroristas, sufrirán pronto las consecuencias de sus actos, porque el terrorismo no sigue órdenes de nadie.
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