“Los enemigos de Yemen no tienen derecho de imponernos la hostilidad que sienten hacia Irán, ya que Irán es un país musulmán y tiene posturas positivas hacia los asuntos del mundo islámico”, ha afirmado este martes Al-Houthi.
Los enemigos de Yemen consideran la oposición de Ansarolá a las políticas de EE.UU. como un signo de acercamiento de este movimiento a Irán y ven la normalización de lazos de los países árabes con el régimen de Israel como criterio para mostrar su pertenencia al mundo árabe, ha denunciado el líder yemení.
Los enemigos de Yemen no tienen derecho de imponernos la hostilidad que sienten hacia Irán, ya que Irán es un país musulmán y tiene posturas positivas hacia los asuntos del mundo islámico”, ha afirmado el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi.
En otra parte de sus declaraciones, ha dicho que la parte saudí en las negociaciones de paz sobre Yemen, celebradas en Kuwait, trató de alcanzar lo que no ha logrado en su ofensiva militar contra Yemen.
Ha agregado que la agresión saudí ha provocado muchos daños en la infraestructura de Yemen y se ha cobrado muchas vidas civiles, razón por la cual, enfatiza que "no nos queda otra opción que hacerle frente".
Arabia Saudí lanzó en marzo de 2015 una ofensiva militar contra Yemen en un intento por eliminar de la ecuación al movimiento popular Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la cifra de muertos por los 18 meses de guerra saudí contra Yemen ha llegado a casi 10.000 personas.
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