De acuerdo con un análisis realizado este jueves por la agencia rusa de noticias Sputnik, la oposición venezolana agrupada en la Mesa de la Unidad Demócrata (MUD) vive un proceso de fragmentación y su base electoral está desmotivada, tanto para volver a las protestas callejeras como para apoyar a sus líderes en las urnas.
“El proceso que estamos viviendo es producto de un reagrupamiento, un proceso de remoralización del chavismo y de resquebrajamiento interno de la oposición que ya venía andando desde hace mucho tiempo”, ha afirmado el politólogo Walter Ortiz, de la Universidad Central de Venezuela.
Tras su derrota en las elecciones regionales del pasado 15 de octubre frente al oficialismo, la oposición venezolana ha caído en una situación de división interna. Pese a la directriz de no subordinarse a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), cuatro de los cinco gobernadores electos opositores han juramentado en reconocimiento de este órgano.
Al respecto, el presidente de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, ha subrayado que desde su creación la MUD “siempre ha tenido una división interna importante, y realmente su unidad es frágil”.
El proceso que estamos viviendo es producto de un reagrupamiento, un proceso de remoralización del chavismo y de resquebrajamiento interno de la oposición que ya venía andando desde hace mucho tiempo”, afirma el politólogo Walter Ortiz, de la Universidad Central de Venezuela.
Al enfrentarse a los comicios del 15-O, agrega León, las dudas de los dirigentes entre participar o no hacerlo dividieron a la militancia, lo que a su juicio solo favoreció al gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
“La base se mantuvo fracturada entre votar y no votar, y la abstención estaba concentrada en la oposición, y con eso se construyó el ambiente para una gran derrota, que no ocurre solo por la abstención, pero esa abstención sí que ayudó al Gobierno”, añade.
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