Este es el edificio de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en Caracas, capital venezolana, que fue atacado con granadas el martes desde un helicóptero de la policía de investigaciones que había sido secuestrado más temprano en el aeropuerto militar de la ciudad. El pleno del Tribunal aseguró que se trató de una acción terrorista.
El mismo helicóptero atacó más tarde la sede del Ministerio del Interior, balazos de armas largas en pisos y cristales cuando se realizaba en la terraza una reunión con decenas de empleados del Ministerio. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que es una acción desesperada de la oposición que no logra derrocarlo. Y el nuevo canciller de Venezuela, Samuel Moncada, dijo que es un acto terrorista.
El canciller agradeció la solidaridad de algunos países de la región y repudió el silencio de naciones de Europa y de los Estados Unidos, que no repudiaron la acción armada. Y mientras se sucedían las reacciones, muchos llegaron a los alrededores de la sede presidencial, el Palacio de Miraflores.
Y así cientos y cientos de personas llegaron hasta aquí, el Palacio de Miraflores, la sede del gobierno en Caracas, para respaldar al presidente Nicolás Maduro.
Marcos Salgado, Caracas.
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