El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía informó el sábado del incremento del número de fuerzas que participan en la segunda fase de maniobras en la región Silopi-Habur.
Según los medios de comunicación turcos, esos ensayos militares, en los que también participan muchos tanques y vehículos militares pesados, se realizan a solo tres kilómetros del territorio iraquí, cerca de la región del Kurdistán de Irak.
Estos ejercicios están en marcha la víspera de la celebración del referéndum separatista del Kurdistán iraquí, un proceso que avanza en medio del rechazo de toda la comunidad internacional, incluidos Ankara y Bagdad.
Ayer sábado, el ministro turco de Defensa Nacional, Nurettin Canikli, durante una sesión extraordinaria del Parlamento turco, advirtió de que los “riesgos regionales del referéndum del Kurdistán de Irak serían aun más que los de la guerra civil en Siria”.
Los riesgos regionales del referéndum del Kurdistán de Irak serían aun más que los de la guerra civil en Siria”, advierte el ministro turco de Defensa Nacional, Nurettin Canikli.
A su juicio, la celebración de esta consulta provocará condiciones similares a las de Siria, donde las potencias mundiales están involucradas. Además de tachar la celebración del referéndum de “irresponsable”, el ministro recalcó que esta medida “podría causar un fuego imposible de extinguir”.
La decisión de realizar tal consulta, cuyos fines no están claros, desencadenará reacciones regionales y conflictos que podrían expandirse a todo el mundo, en estos momentos sensibles en el Oriente Medio donde cada cambio puede “destruir todo”, insistió Canikli.
En dicha sesión parlamentaria, los legisladores turcos renovaron por un año el mandato que permite el despliegue de tropas en Irak y Siria. La ley fue presentada por el primer ministro, Binali Yildrim, y aprobada sin dificultades, ya que, según las autoridades, la situación en estos países árabes “amenaza la seguridad nacional” de Turquía.
En Turquía viven unos 15 millones de kurdos, y algunas de las organizaciones kurdas reclaman independencia, de hecho, ha habido hace años una confrontación sangrienta entre Ankara y los separatistas kurdos. El Gobierno turco teme los efectos que el referéndum separatista iraquí pueda tener sobre su territorio.
Mientras tanto, las autoridades del Kurdistán iraquí insisten en llevar a cabo el polémico referéndum, pese a la amenaza y el rechazo de Bagdad y el Parlamento iraquí, que lo tachan de “ilegal”. El plebiscito kurdo también ha sido criticado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e Irán.
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