Los indignados no se resignan a aceptar que se intente reprimir la voz opositora. En la madrugada de este jueves, fueron detenidos los líderes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), así como otros 9 parlamentarios de esa formación. El premier turco, Binali Yildirim, anunció que su detención era por ‘alentar el terrorismo’. Las detenciones han provocado fuertes críticas y protestas en el país.
Las críticas no se limitan a Turquía. La oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha denunciado las detenciones y suspensiones de más de 110 mil funcionarios desde el fallido golpe de Estado de julio. Varios países europeos han criticado también el accionar de Ankara. Por su parte, la Unión Europea (UE) ha mostrado también su preocupación.
Al parecer, Ankara ignora las críticas. Hace unos días aclaró su postura anunciando que no le importaban las líneas rojas de la UE. Muestra de ello son estas nuevas detenciones, que se suman a muchas más realizadas durante los últimos días y anteriormente.
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