En la ceremonia de sorteo de candidatos a jueces y fiscales en Ankara, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció la falta de cooperación en el proceso de extradición de Fetulá Gulen por parte de Washington. Así criticó al Poder Judicial norteamericano. Según Ankara, el líder opositor, y el antiguo aliado de Erdogan, que reside en Pensilvania (EE.UU.), está detrás de la fallida asonada militar del pasado julio, sin embargo, el autoexiliado rechaza las acusaciones.
Turquía ha criticado reiteradamente a Estados Unidos, por pedir pruebas y más pruebas antes de proceder contra Gulen. Así ha advertido que la relación bilateral se verá gravemente afectada si no se extradita al líder opositor. No obstante, Washington hace caso omiso.
El eco de la asonada militar sigue afectando al país, aunque ya han pasado 3 meses desde el golpe de Estado. Hace más de una semana, Turquía extendió por un nuevo período de tres meses el estado de emergencia, que entrará en vigor la medianoche del 19 de octubre. Esta decisión fue defendida por el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, en el Consejo de Europa (CE) como una medida para impedir lo que llamó "ataques terroristas".
Según Ankara, desde el fallido alboroto, más de cien golpistas han muerto y miles de personas fueron detenidas y expulsadas en varios sectores, militares, judiciales y educativos, por tener vínculos con el organismo de Gulen, que Ankara considera terrorista. Esta es la situación que vive internamente Turquía, en la que Erdogan ha prometido llevar a todos los responsables de la sonada ante la justicia.
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