“De momento hemos roto el contrato con 88 empleados, incluidos dos embajadores, y se lleva a cabo una investigación con otros”, ha comunicado este jueves Cavusoglu.
Se trata del último eslabón de los ya sin números de despidos, expulsiones, detenciones y cierres efectuados por el Gobierno de Ankara tras la intentona de llevar a cabo un golpe militar y con el fin de dar con los autores.
Los actos golpistas han provocado la muerte de 246 personas, sin contar a los amotinados, y han dejado unos 2200 heridos.
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