La investigación abierta por el fiscal de Bolonia podría tener conexión con el escándalo de corrupción política del 2013, según indicó el miércoles el diario británico The Independent, que también señala que este proceso se debe a una denuncia presentada por un disidente del Gobierno turco.
El opositor y empresario turco Murat Hakan Uzan denunció oficialmente al hijo del presidente Recep Tayyip Erdogan, alegando que ingresó grandes cantidades de dinero a Italia en septiembre de 2015 para reciclarlo; a pesar de que Bilal alega que su estancia en la ciudad italiana junto a su familia se debe sus estudios de doctorado iniciados en 2007.
Según informes, la demanda presentada ante la fiscal de Bolonia, Manuela Cavallo, por el abogado de Uzan, Massimiliano Annetta, precisa que hasta mil millones de euros han desaparecido por la corrupción en los más altos niveles del Gobierno de Ankara, que en su día levantó amplias protestas entre los ciudadanos.
En 2013, el nombre de Bilal, junto al de altos funcionarios del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), se vinculó al escándalo de corrupción denunciado por los fiscales turcos. Las investigaciones resultaron en el arresto de 52 personas y de otras 14 acusadas –entre ellas familiares de ministros del gabinete– por soborno, corrupción, fraude, lavado de dinero y el contrabando de oro.
Uzan, actualmente refugiado en Francia, también ha citado a un famoso activista turco que realiza escandalosas revelaciones bajo el seudónimo Fuat Avni, quien en octubre del año pasado desveló que Bilal viajó en septiembre a Italia con una gran cantidad de dinero en el marco de una "operación de fuga".
De acuerdo con la agencia de noticias italiana Ansa, la fiscal también está investigando las afirmaciones de que Bilal llegó a Bolonia junto a un grupo de guardaespaldas armados que, en un principio no fueron admitidos en el país, pero que en cuestión de horas se les proporcionó pasaportes diplomáticos turcos y pudieron entrar.
El abogado que representa a Bilal en Bolonia, Giovanni Trombini, reconoció que se había abierto una investigación criminal que involucra a su cliente, pero indicó que no estaba dispuesto a comentar hasta que se aclare con exactitud la naturaleza de las acusaciones.
Bilal, uno de los cuatro hijos del presidente Erdogan que tiene intereses comerciales en el transporte marítimo y el petróleo, fue acusado el pasado diciembre por Rusia de haberse aprovechado junto a su familia del contrabando ilegal de petróleo extraído de los territorios controlados por el grupo terrorista de EIIL (Daesh, en árabe) en Irak y Siria.
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