A menos de una semana de la conferencia de la ONU sobre cambio climático en Glasgow, Suecia, la ONU alertó sobre la concentración de gases de efecto invernadero. Mientras, activistas climáticos han exigido a los políticos que lleguen a acuerdos para frenar la crisis climática.
La cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera implica repercusiones negativas de primer orden para nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar para el estado de nuestro planeta y para el futuro de nuestros hijos y nietos. Es la advertencia de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En su nuevo informe alertó que la abundancia de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2020, y la Amazonía pierde su capacidad para absorber CO2.
De este modo, a menos de una semana de la conferencia de la ONU sobre cambio climático en la ciudad escocesa de Glasgow, el titular de OMM llamó a actuar en lugar de hablar.
Mientras aumentan las preocupaciones sobre el cambio climático a nivel mundial, decenas de activistas del colectivo Rebelión contra la Extinción, salieron a las calles en el centro de Madrid, capital española, para exigir que la cumbre del clima tome las medidas necesarias para no llegar al punto de no retorno de la crisis climática.
Los activistas ecológicos piden contundencia a los gobiernos para abordar la emergencia climátológica. Además denuncian hipocresía e inacción que han imperado en las anteriores cumbres del clima.... todo eso en un momento que el mundo está muy fuera de camino para alcanzar sus objetivos establecidos en virtud del Acuerdo de París de limitar el aumento de temperaturas.
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