El aparato, un modelo Boeing 767-300, con unas 130 personas a bordo, con problemas en una de las ruedas y en uno de los motores, aterrizó el lunes sin incidencias en el aeropuerto de Barajas tras casi cinco horas dando vueltas por el sur de Madrid, capital española.
La aeronave, que tenía problemas en uno de los motores porque ahí se alojaron los restos del neumático dañado, se vio obligada a permanecer varias horas volando para quemar su combustible y aligerar así el peso para minimizar los riesgos del aterrizaje de emergencia.
El avión sorprendía a los madrileños sobrevolando el centro de la capital a una altura inusual para vuelos comerciales, pero al poco de conocerse la incidencia, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aérea (Sepla) informó de que la aeronave había perdido piezas del tren de aterrizaje que habían entrado en el motor y debía estar varias horas quemando combustible.
Así ha sido el aterrizaje de la aeronave canadiense por la pista 32L del aeropuerto de Barajas. [vídeo: EL PAÍS] pic.twitter.com/dX4YHaIePL
— Aeropuerto Madrid-Barajas (@aeropuertoMAD) February 3, 2020
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