"La actual ola de inmigración es consecuencia de la loca idea de intervenir en Irak, donde presuntamente había armas de destrucción masiva, pero al final no se encontró nada", según anunció el domingo Zeman, recordando que, luego, se decidió "restaurar el orden en Libia y después en Siria".
La actual ola de inmigración es consecuencia de la loca idea de intervenir en Irak, donde presuntamente había armas de destrucción masiva, pero al final no se encontró nada", según declaró el presidente checo, Milos Zeman.
Estas acciones, agregó el mandatario, impulsaron el surgimiento de regímenes terroristas que, a su vez, provocaron un flujo incontrolable de inmigrantes ilegales.

"La culpa no solo es de EE.UU., algunos países de la UE también coordinaban sus acciones contra Libia", indicó el mandatario, citado por el periódico checo Blesk.
Zeman pretende intervenir en la próxima sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para sugerir restaurar las unidades de "cascos azules".
En opinión del mandatario checo, esas fuerzas especiales no deberán limitarse como antes a mantener la paz, sino que deberán encargarse de liquidar las bases de adiestramiento de terroristas.

El pasado mes de julio, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó que, en el primer semestre de 2015, unos 137.000 refugiados cruzaron el Mediterráneo hacia Europa, frente a los 75.000 del mismo período del año pasado, la mayoría de ellos sirios y africanos.
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