• Una foto sacada el 20 de septiembre de 2012, muestra la casa natal del dictador nazi Adolf Hitler (1889-1945) en Braunau am Inn, norte de Austria.
Publicada: martes, 18 de octubre de 2016 7:37

Austria contempla derribar la casa natal del dictador nazi Adolf Hitler en Braunau am Inn, en un intento por impedir que se convierta en un santuario nazi.

“La casa de Hitler (1889-1945) será destruida. Los cimientos podrán conservarse, pero se construirá un nuevo edificio (…) Después, la casa será entregada al municipio (de Braunau) para fines caritativos o fines oficiales", declaró el lunes el ministro austriaco del Interior, Wolfgang Sobotka, al diario local Die Presse.

De esta forma, agregó el ministro conservador, se impide de forma permanente que el edificio adquiera una "fuerza simbólica". Según Sobotka, esta misma semana se iniciarán los trámites parlamentarios para darle al derrumbe un marco legal.

La casa de Hitler será destruida. Los cimientos podrán conservarse, pero se construirá un nuevo edificio y poner fin a años de batalla judicial", declaró el ministro austriaco del Interior, Wolfgang Sobotka.

Un portavoz del Ministerio del Interior de Austria precisó a la agencia francesa de AFP que para que se concrete el proyecto, el gobierno austriaco deberá concluir el procedimiento de expropiación de la casa situada en el centro de Braunau-am-Inn (norte), cerca de la frontera con Alemania.

El ministro austriaco del Interior, Wolfgang Sobotka.

 

Un proyecto de ley de expropiación a la dueña fue elaborado en julio para que el Estado austriaco recupere el bien y evite cualquier posibilidad de que la casa se convierta en un sitio de peregrinación nazi.

La fecha de presentación de este proyecto de ley en el Parlamento austriaco no se conoce todavía, ni tampoco las fechas previstas para la transformación del lugar.

La enorme casa con fachada amarilla, donde Hitler nació el 20 de abril de 1889, está vacía desde 2011, cuando el gobierno intervino en la batalla judicial con la actual propietaria, Gerlinde Pommer, habitante de la ciudad cuya familia posee la vivienda desde hace más de un siglo.

En los años 1970, el gobierno austriaco firmó un contrato con Pommer y transformó la casa en un centro para personas discapacitadas, hasta cuando la propietaria rechazó autorizar trabajos de renovación indispensables y se cerró el lugar.

Desde esa fecha, la suerte de la casa es objeto de intensos debates entre expertos y en el interior mismo del Gobierno austriaco. Por fin el Gobierno designó una comisión y recomendó cambios "arquitectónicos profundos" del edificio.

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