Esta asociación argentina irrumpió el 30 de abril de 1977 en la Plaza de Mayo, donde se encuentra la sede del Gobierno del país, para reclamar a la Junta Militar, que derrocó al Gobierno constitucional de la presidenta María Estela Martínez de Perón, la desaparición de sus hijos durante la dictadura considerada como la más sangrienta de la historia del país, y caracterizada por una constante violación de los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad.
El objetivo inicial de las Madres era tener una audiencia con el presidente de facto argentino Jorge Rafael Videla, y para ello se reunieron y efectuaron una manifestación pública pacífica, que se ha venido repitiendo cada semana hasta la actualidad.
Para mí, una de las cosas más importantes es que Holanda haya retransmitido la marcha de las Madres en vez del mundial, porque era jueves, y ahí nos conoció el mundo”, dijo Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Desde ese momento, estas mujeres continuaron la lucha, hasta hacerse reconocidas y tener repercusión a nivel internacional. Periodistas de diferentes países comenzaron a interesarse por su causa y dieron a conocer el movimiento.
“Para mí, una de las cosas más importantes es que Holanda haya retransmitido la marcha de las Madres en vez del mundial, porque era jueves, y ahí nos conoció el mundo”, dijo en una entrevista la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Pocos años después de iniciar este movimiento, las Madres comenzaron a salir del país para dar a conocer el drama de los desaparecidos por la dictadura, consiguiendo que Amnistía Internacional patrocinara un viaje para exponer ante dirigentes europeos y estadounidenses la situación real que se estaba viviendo en Argentina.
Las Madres de la Plaza de Mayo no solo buscan que sus hijos desaparecidos les sean devueltos, sino que ellas representan a todos los que lucharon contra el poder de aquella dictadura.
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