La inestable situación en Afganistán ha resultado en el refuerzo de bandas extremistas. Así lo advirtió el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, en una reunión con una delegación de los talibanes, en Moscú, en el marco de primeras conversaciones internacionales con los nuevos dirigentes de Afganistán, en las que participaron también, representantes de Irán, China y Paquistán, entre otros.
Lavrov se refirió a los desafíos a la seguridad para toda la región, que representan los grupos takfiríes radicados en Afganistán, mientras alertaba de que existe la amenaza real de que el terrorismo y el tráfico de drogas se extiendan a países vecinos.
Tras advertir sobre las consecuencias de las graves crisis humanitaria y económica en Afganistán, tanto para civiles de este país como para todos los Estados de la zona, Lavrov hizo un llamado a la comunidad internacional a brindar ayudas a Kabul lo más rápido posible.
La crisis en Afganistán, calificada por diferentes oeneges, como catástrofe humanitaria, afecta ya a al menos 18 milones de personas, es decir, la mitad de la población, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El organismo advierte, además, que un millón de niños padece malnutrición y está en peligro de muerte.
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