El jueves 22 de febrero, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido afirmó en un artículo que, “cuatro años después” de la anexión de Crimea a Rusia, hay que “recordar la magnitud de lo sucedido y redoblar” la determinación para defender los valores y “respetar el derecho internacional”.
En respuesta, la embajada rusa en Londres (capital británica) consideró el viernes, en un comunicado, que “es lamentable que el artículo no mencione el cuarto aniversario del golpe de Estado en Kiev, que fue apoyado por el Occidente, en general, y el Reino Unido, en particular, y durante el cual la Constitución de Ucrania y los acuerdos del presidente (Víktor) Yanukóvich con la oposición —con la mediación de Alemania, Francia y Polonia— fueron violados de manera flagrante”.
En su artículo, titulado ‘Cuatro años desde la anexión ilegal de Crimea’, el jefe de la Diplomacia británica apuntó que la adhesión de Crimea a Rusia fue “la primera anexión forzosa del territorio de un país europeo” y el primer “redibujo forzoso de una frontera” europea desde 1945. Además, dijo que “Rusia rompió tantos acuerdos internacionales que enumerarlos todos sería un desafío”.
Es lamentable que el artículo no mencione el cuarto aniversario del golpe de Estado en Kiev, que fue apoyado por el Occidente, en general, y el Reino Unido, en particular, y durante el cual la Constitución de Ucrania y los acuerdos del presidente (Víktor) Yanukóvich con la oposición —con la mediación de Alemania, Francia y Polonia— fueron violados de manera flagrante”, según un comunicado emitido por la embajada de Rusia en el Reino Unido, en alusión a un artículo escrito por el canciller británico, Boris Johnson, en el que tachó de ‘ilegal’ la anexión de Crimea a la Federación Rusa en 2014.
Igualmente, el canciller británico acusó a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, de avivar el conflicto en la región de Donbás, en el este de Ucrania, y de derribar el vuelo MH17 en julio de 2014 en la región de Donetsk. Sin embargo, el titular británico no justificó estas acusaciones con pruebas.
Por su parte, la embajada rusa refutó las declaraciones del ministro británico recordándole el derecho de los pueblos a la autodeterminación, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 y la Declaración de Principios del Derecho Internacional de 1970.
Respecto a las afirmaciones de Johnson sobre el “primer cambio violento de fronteras desde 1945”, recordó el bombardeo sobre Yugoslavia y la secesión de Kósovo de Serbia, sin celebrar un referéndum, que fue apoyada por la mayoría de países occidentales sin ningún tipo de reproche.
“Creemos que ha llegado el momento de que las autoridades británicas reconsideren su actitud ante los procesos que tienen lugar en Ucrania. De lo contrario, repetir sin cesar acusaciones infundadas contra Rusia solo envía señales equivocadas y alienta al régimen de Kiev a continuar con su política contraproducente”, señaló la nota de la embajada rusa.
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