“Vamos a trabajar y a adoptar medidas para defender nuestros intereses en una coyuntura de posibles nuevas restricciones y sanciones de distintos países”, ha anunciado este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó un nuevo paquete de sanciones redactadas por los legisladores de su país. En una de las disposiciones se solicitaba al secretario del Tesoro estadounidense que presentase un informe sobre el efecto de una ampliación de las restricciones a la financiación de la deuda soberana rusa, con un resultado esperado a partir de febrero.
Estas medidas han sido tachadas de ‘ilegales’ por Peskov, que hablaba por teleconferencia con reporteros sobre los bancos rusos VEB y Globex y las operaciones que tienen estos en mente para atender al complejo industrial militar con el fin de proteger a Rusia de nuevas sanciones.
Sin embargo, el portavoz no ha revelado detalles de las posibles contramedidas del Kremlin, limitándose a decir que ahora no es correcto “hacer públicas ni divulgar todas esas medidas destinadas a cubrir nuestros riesgos”.
Vamos a trabajar y a adoptar medidas para defender nuestros intereses en una coyuntura de posibles nuevas restricciones y sanciones de distintos países”, ha subrayado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Mientras tanto, el Gobierno ruso reaccionó a la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU., presentada el lunes por la Casa Blanca, que según el mismo Peskov es de “carácter imperialista”.
“El carácter imperialista de este documento es obvio, como lo es la negativa a renunciar a un mundo unipolar, un rechazo insistente” remarcó el diplomático.
La estrategia de Washington señala a Rusia (así como a China) como “enemigo” y planea medidas no especificadas para contrarrestarla. Peskov ha dicho que Rusia “no puede aceptar que el país sea tratado como amenaza” por Estados Unidos.
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