“La duración del acuerdo es de 49 años. Puede prorrogarse automáticamente por un período de 25 años en caso de que ninguna de las partes envíe una notificación por escrito a la otra, al menos un año antes de que expire el plazo, de su intención de rescindir el acuerdo”, explicó el documento, presentado ayer martes, según la agencia estatal de noticias TASS.
Moscú podría utilizar las instalaciones conjuntas de forma gratuita, señala el pacto, que incluye una cláusula por la que la base rusa del puerto de Tartus (oeste de Siria) tendría “plena inmunidad de la jurisdicción civil y administrativa de Siria”.
Los bienes muebles e inmuebles de la base serían además “inmunes a los registros, incautaciones y otros procedimientos”, indica el documento.
La duración del acuerdo es de 49 años. Puede prorrogarse automáticamente por un período de 25 años en caso de que ninguna de las partes envíe una notificación por escrito a la otra, al menos un año antes de que expire el plazo, de su intención de rescindir el acuerdo”, explica el documento presentado por el presidente ruso, Vladimir Putin, a la Cámara Baja (Duma) del Parlamento de Rusia.
Adicionalmente, el acuerdo determina que la base naval será operada por Rusia, que “tiene derecho a enviar la cantidad necesaria de tropas para mantener las instalaciones navales”.
Putin ordenó el lunes, en una visita sorpresa a la base rusa de Hmeimim, en Siria, el inicio de la retirada de una parte significativa del contingente militar de Moscú en el país árabe, asegurando que el trabajo de Rusia está en gran parte hecho.
La ayuda de Moscú al Ejército sirio ha desempeñado un papel clave en la lucha antiterrorista y en las victorias contra los extremistas. El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó hace unos días que Siria está “completamente liberada” del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
fdd/mla/tmv/mkh
